Acerca del perro. Muerte en vano

No es noticia en el mundo del arte que Habacuc, alias chambaqu, haya dejado morir a un perro en nombre del “arte” y la “libre expresión”. Digo que no es noticia porque al Arte y a la libre expresión no le interesa Habacuc, menos su quehacer.

La innovación o el “romper los límites” concepto sobre los cuales se sostiene esta propuesta, verdaderamente nunca le ha importado al arte, siempre ha sido una opinión común, una doxa. Por supuesto es fácil de suponer que las instituciones centroamericanas del arte y en especial la costarricense, que con una posición ambigua se ha intentado lavar las manos, hayan por largo tiempo alimentado esta ilusión, ya que como todos sabemos, los cuerpos directores de estas instituciones no son más que filoestetas o mejor dicho filoartistas (amigos de la estética y de los artistas), no verdaderos conocedores o críticos respetados, solo títeres de un tipo movimiento mercantil del arte, disfrazado de movimiento social.

Las pretensiones internacionales de estos eventos bienalistico, que siempre han promovido la calidad del arte con relación a lo que se cree que se hace en Europa, quiero decir lo que tiene propaganda, no lo bueno. Nos ha llevado a este linde burdo en donde se nos vende el éxito artístico por medio de estas instituciones. Cuanta mierda ha traído la bienarte una tras otra, quien pueda distinguir la primera de la última es un dotado. Y es que todos hemos dudado de las bienales, los formados y los no formados, pero siempre hemos sacrificado nuestro orgullo y nuestro criterio ante ellas, por lo parece ofrecernos: el ser reconocido y legitimados. ¿Por quienes?, ¿en que condiciones?.

El MADC, Jacobo, la Escuela de Artes plásticas (por su mala formación dirigida aún a la esposa de los oligarcas). etc, no puede negar su responsabilidad por alimentar a un mal artista, entre tantos por tanto tiempo, y es que desgraciadamente la ignorancia de éstos enfrentada a algunas manifestaciones del siglo XX, ha conducido a que ser artista plástico sea más fácil que ser bajista de punkrock.

Existe una manera de frenar esta castración, que ha desembocado en alentar a alguien para que cometa un homicidio. Pero para llevarse a cabo necesita el compromiso de aquellos que son verdaderos artistas: No participar en las bienal. El arte nunca ha estado en ellas y nunca va a estar. La disolución de la Bienal de Venecia y de la Documenta Kassel, ya es una necesidad para las esferas verdaderamente productivas del arte global, y todo trabajo importante que ha pasado por ellas, ha sido importante porque la ha sobrevivido o antecedido. No sigamos alimentando eso que nunca ha promovido nada más que el academicismo (predisposición de la producción).

LIc. Pablo Bonilla Elizondo.