De parte del autor:
Disfrútenlo y háganlo de dominio público, no le tengan miedo a las implicaciones legales. Al igual que a muchos, no me interesan. Este texto lo escribí yo, pero lo escribí para que la gente lo lea y reflexione, no para que me pague por esto. Hay muchas otras maneras de ganar dinero.
pedrojosésánchezrovira
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Así es el mundo.....................................pedrojosesánchezrovira
(El espacio vacío. Un cuarto blanco, con una silla de metal brillante de estilo futurista. Todo muy hermético. La luz, blanca también, comienza a subir muy despacio. Mientras el HOMBRE mira hacia el frente sentado en la silla. Su mirada perdida en algún universo de su cabeza, hasta que muy despacio y suave, comienza a hablar).
Hoy abrí los ojos temprano. Mi cerebro se despertó después de mi cuerpo, como siempre, y mi primer recuerdo sucede ya sentado en la cama, o camilla, más bien; sentado en ella escuchando al reloj repitir: “son las nueve de la mañana, son las nueve de la mañana, son las nueve de la mañana”, en la voz de Melico Salazar o algún otro famoso cantante de ópera clásica de nuestros tiempos. Y yo digo: que raros los despertadores de ahora... No me importa tanto la voz del tenor que emula al gallo pinto de mi pueblo, como las largas uñas que tengo. Largas en pies y manos. Entonces, me pregunto: ¿por qué demonios no me las cortaron antes, antes de que me despertara en este... un momento, ¿dónde estoy? Y veo como 8 me está cortando las uñas rápidamente y una vez que lo hace las guarda y sella en unas cámaras de crionización. 7 metros. Un momento, ¿cuánto tiempo llevo acá? (apagón súbito. Muy corto, solo el tiempo necesario para que el actor se traslade a otro lugar del escenario en una nueva posición corporal, como si hubiera pasado mucho tiempo, o más bien, muy poco tiempo, o ninguna de las dos. Luz general).
Todo se torna convulso. Me toman de los pies y de las manos, me sientan en una especie de silla de ruedas futurista que se mueve sola, bueno, creo que con algún control remoto que lleva el tipo del frente, pues la silla lo sigue a donde vaya. Después de intentarlo fallidamente varias veces, ya ni siquiera me tomo la molestia de hablar, porque es como si nadie me escuchara. (al publico, intentando que le respondan) !Hey, hola, hola, usted. Ve, nada! Me desnudan, me alumbran como a un arbolito de navidad, ¿navi que?, dice otro mientras me pone esta ropa especial. Bien cómoda, vieran. (con sarcasmo) Claro, es especial. Entonces cuando ya me estoy acostumbrando al nuevo juguetito, me quitan la silla y me meten a este cuarto que no entiendo qué es.
Después de eso me hablan por estos parlantes y comienzan: (voz por el parlante) “Nombre”. (responde) Pedro José Sánchez Rovira. (voz por el parlante) “Nombre”. (responde) Pedro José Sánchez Rovira. (voz por el parlante) “Nombre”. (responde) Pedro José Sánchez Rovira. (voz por el parlante) “Nombre inválido”. Jaque Mate. (oscuro súbito, pero muy corto. Mismo juego de la luz)
Luego viene una nueva etapa con otro montón de idioteces y se supone que esta conversación está siendo grabada. Decenas, cientos, miles de preguntas, un vaso con agua. Agua de color azul. Además de eso unas galletas. Sin sal. ¿Por qué sin sal? Es que se acabó. ¿Cómo se acabó? Si hace mucho. Y todo se torna menos claro que el agua con sabor azul. Y siguen con otro montón de preguntas rarísimas y un examen, un test, una idiotest de completar los espacios en blanco de oraciones absurdas con nombres y lugares que no conozco.(termina el gesto de llenar el examen y entregarlo resuelto. Respiración profunda, pequeña pausa).
Me dejan solo. Transcurren muchas horas pero nada pasa. Miles de años de calma, hasta que de repente el cuarto cambia súbitamente y estoy en una especie de departamento con todas las comodidades de la gente normal, pero no tengo puertas, ni ventanas. Es una mierda. Después el cuarto cambia de nuevo y vuelven a hablarme por el parlante: (voz por el parlante) “Ahora la gente sólo piensa”, eso me dicen. Claro, Realidad Virtual, digo yo. (voz por el parlante) “No, la gente solo piensa”. ¿Cómo? ¿No hacen nada? (voz por el parlante) “No”, me responden. ¿No deportes, diversión, alcohol, mujeres, hombres, nombres, ¿nada? (voz por el parlante) “Nada”. ¿Y usted cómo se llama? les digo, “yo soy 184629563” , me dice y él es “1228760465”. “Ahora en lugar de nombre tenemos nuestro propio número. Después de los 21 usted puede escojer su propio número”. “El mío es en honor a mi abuelo y a mi padre y el de él”... deja de importarme lo que dicen, y sigo; entonces se supone que acá todo está siendo grabado para analizarme. (voz por el parlante) “Si”. Porque nadie puede entender como es que mi cerebro funciona aun. (al público) !Aún! Y me dicen que no es por las drogas, ni por los traumas de mi niñez, es que de veras no se explican cómo es que mi cerebro funciona, aún. Ahora ya cambiaron la coma de lugar, les digo. “No, no, tranquilo. No se ponga nervioso”. Los miro con detenimiento. Están tarados. No locos, ta-ra-dos. Son algo muy extraño. Andan llenos de aparatos pegados a su cuerpo, son cómo teléfonos celulares y otras cosas extrañas. Les salen del cuerpo pedazos de metal que exiben como tatuajes. Duele verlos pero, sobre todo duele oirlos. Ayer vino uno que se creía doctor,
!Imagíneselo!, nada más se me queda viendo de arriba a abajo y me dice que estoy mal. Que qué mal estoy. !Ok!, con los doctores todo sigue igual, pienso yo, porque, bueno, yo sé que los doctores siempre han sido así, medio sinvergüenzas digamos, pero antes, antes por lo menos le agarraban a uno el pulso, le buscaban dolores, le decían que abriera la boca y le bajaban la lengua con la paleta.(gesto) Ahora no, ahora viene este pendejo con un uniforme azul; !los doctores se visten de blanco!, !por dios!; !ah no!, no, porque dios tampoco existe ahora. Y no es porque se inventaron otro ser supremo, no. Es que ahora el ser supremo pasó a ser parte de nosotros, como antes, sólo que ahora lo andamos metido en un chip, una especie de supositorio atómico que mejor no les digo como llega a nosotros y que por lo que he podido escuchar cuesta una fortuna. Algo que no importa, porque ya no hay pobres. Por decreto. Después de la guerra de toda la eternidad, que al final, perdimos. Imagínese, solo viene ese idiota, vestido de azul, se llama (inventa un número astronómico) y me ve fijo, a ninguna parte. Y no es como en el libro de Borges. “¿De quién?”, me dicen, “!Ah!, seguramente se perdió en el incendio de libros, o si no, unos años después, cuando ya no había papel y se usó para para imprimir datos por el otro lado. Datos”. Pero Borges son datos, digo yo, como el más ingenuo, datos de los más poéticos. “No, no, mi amigo, la poesía la abolimos hace ya muchos años, gracias a dios, !uy! perdone, algunas mañas no se le quitan a uno. Poesía no, datos”. ¿Pueden creerlo o ustedes son de esos mismos? Podría ser, porque lo único que han hecho es estar ahí sentados mirando para el frente. ¿Me están viendo a mí, o a alguien que le vibró el celular o están viendo con esos aparatos de realidad virtual que ya vienen incorporados en los ojos? Revisen sus asientos, porque pueden estar conectados por donde menos piensan. (al público) Si señor, exactamente por ahí.
Y después de todo eso, entran otro montón de personas igual de raras, igual de azules, igual de doctores y me dicen que no, que no son doctores, que son policías, porque acaban de ayanar la casa de mi ex esposa, ¿cómo mi ex esposa? si yo no me he divorciado, y encontraron 4 cadaveres en el patio. Y yo digo, por su puesto, Gonzáles, Rodríguez, Motita y Peluchín, mis 4 perros de toda la vida. Y ahí si se va todo a la mierda, porque “acaso usted no sabe es ilegal tener mascotas. Las únicas mascotas permitidas son los Inhanquis”, (proyección del Inhanquis) que no son más que unas hijueputas cositas amarillas así, como una mata de café, que hablan como 5 idiomas, o sea, que uno es un idiota a la par de ellas y podrían conseguir trabajo más fácilmente que usted. No, no, no pero no, porque ya no se trabaja, el trabajo lo abolieron en la revolución del 98 y después se abolieron las revoluciones en la revolución del 6; y yo, con la inocencia de un recién nacido, me atrevo a pensar que tal vez este mundo está mejor que antes. Pero como ahora se escucha lo que pienso, los imbéciles estos me dicen, “bueno, las guerras y los problemas entre los seres humanos... pues bueno... los hemos ido eliminando”... me dice uno de azul, “ya casi no quedan humanos que hagan problemas, así que estamos en relativa paz”. ¿Qué demonios significa relativa paz?, pienso yo. Y me interrumpe el pensamiento otro, “los que nos tienen hartos son esos condenados peces, que desde que se deshizo el hielo polar y subieron un poco más las aguas, creen que el mundo es de ellos y ahora les está dando por quererse salir del agua, otra vez, pero eso, eso ya a nosotros se nos había ocurrido primero, así que no se vale les dijimos, pero; no hacen caso, mandan a decir que no oyen, que no oyen porque no tienen oídos y que además no les interesa lo que digamos. Pero mentira, claro que les interesa, entonces tampoco les debería interesar tener pies para salir a la tierra, !desgraciados!, no les vasta con el montón de agua que hay ahora”. (pausa).
Lo que pasa es que el agua esta toda contaminada porque la guerra contra los peces se ha puesto muy dura. Ahora mandan a todos los niños de las escuelas, a los más chiquiticos sobre todo, a orinar en piscinas especiales que luego se vierten al mar, para que los peces sufran por la creatina que contienen los orines, (proyección de la composición química de la orina)”y así se les quemen las branquias esas, para que esos degraciados queden boqueando panza arriba, porque si no, nos lleva puta a nosotros”, dicen. “Igual tuvimos que hacer con esos monos. Hubo que cortar todos los árboles para poder matarlos, porque empezaron a construir unas ciudades que no se podía llegar a ellas para arrestarlos”. Luego me enteré de que los monos esos, no eran monos, sino, otra gente que se había escondido de este montón de locos, porque los otros monos se habían extinguido, después de que llegaron a ser carísimos los abrigos de piel de mono y el postre “Carne Mona”, una receta famosíma inventada por un tipo francés, que en la vida había visto un mono en persona, pero dicen que se parecía tanto a ellos que era objeto de burla por parte del gremio de chefs. Y lo molestaron tanto por su parecido a los monos, que aunque el postre sabía horrible y los abrigos tenían un olor pestilente, él, creó la moda del abrigo de mono y el Postre de Carne Mona para desaparer a todos los simios del planeta, con tal de que dejaran de compararlo con ellos. Entonces, de eso tomó la idea el tipo que se parecía a los caballos para hacer unos condimentos y el que se parecía a los elefantes para hacer unos quequitos que eran suculentos, pero que cuando se terminaron los elefantes comenzó una gran depresión mundana, pues ya no se conseguía tan preciado sabor, así que la humanidad calló en lo que se conocería en la Historia, con H mayúscula, como el período la Depresión y después de muchos años comenzó la Época del Rencor, y desde entonces se atacó a cada una de las especies animales y vegetales hasta acabar con todas, en esa estupidez universal, de que “no me comparen con esa zanahoria, hay que acabar con ella”; entonces las zanahorias, guisantes, gusanos, cucarachas y todo, todo, todo, se perdió. Ahí fue cuando después de una gran exalación pregunté por mi amigo Pato, el Pato Valembois y me dijeron que los patos también, “que ningún animal podía seguir pareciéndose a la gente y que cómo los muy animales no hacían caso terminamos deshaciéndonos de todos, ¿de todos?, pregunté, “si de todos”, me dijeron. ¿Y dónde los metieron? “Pues primero la gente se los comía uno a uno, con todo el rencor de la época, luego de dos en dos y así”... Hasta que vino la época de los problemas estomacales globales, la época de la Indigestión, la época de la flatulencia, del vómito, de la diarrea, de la “pega”. Hasta que un súper genio, el astrofísico y millonario, porque los pobres estaban abolidos ya para esa época, el astrofísico y millonario 1, fundó la Academia Espacial Especial para la Salvación de la Raza Humana, que se fundó después de que se le robara a los corruptos de la NASA, todo la infraestructura obsoleta, pues los viajes al espacio también habían sido abandonados hacía mucho tiempo y la gente de la NASA se dedicaba a la producción de películas de ciencia ficción con los recursos estatales girados para la Investigación Espacial. “Por eso fue que nunca supimos de la ayuda que nos quería brindar la raza Brindina, que nos brindaba la mano en apoyo contra los animales y vegetales que atentaban contra nuestro ego”. Y por eso también fue, que inspirado en una pequeña variación de una leyenda bíblica y una película, 1 convenció a toda la humanidad para atrapar a cada especie animal y vegetal, y meterla en un proyecto espacial llamado Arca 1, Arca 2, Arca 3, etc y enviar a cada especie de plantas y animales y minerales a un planeta distinto, para que nos dejaran la tierra, por fin, para nosotros, para nosotros solitos. Así que cada planeta tuvo su nombre: el planeta de los patos, el planeta de los terneros, el planetas de los simios, el de las lechugas y mi preferido, el de los espárragos. Pero entonces, comenzaron las guerras, porque después de un tiempo, todos esos animales y plantas se empezaron a organizar y formaron un gran ejército que se preparaba para atacar lo que quedaba de la Tierra, o sea los Estados Unidos, y entonces volaban tomatazos desde el planeta de los Tomates, moras desde el planeta de las Moras, tigres de vengala, saltamontes, bandadas de pericos que venían en ataques camicase y los más peligrosos, los ataques desde el planeta de las Piedras, hasta que cómo una resolución final, después de declararse Jefe Supremo y Emperador del todo el Universo, 1 mandó a explotar a todo el resto de planetas y estrellas, incluído el Sol, porque uno nunca sabe. “Y ahora tenemos calor, gracias a la inventiva de un par de chinos que supieron como elaborar un sol artificial que nos calienta a todos, pero que los mató debido a la radiación que emanaba”, y emana de él. “Los especialistas”, los que quedan, “dicen que en unos 20 años tal vez ya nos mate a todos, mientras eso sucede, estamos buscando algún plantea que no haya explotado para ir hacia allá”. (gran pausa) Claro. Por eso es que no había luz, a las 9 de la mañana ni tenían la preocupación de ventanas. Habían explotado el Sol sin explotar la Tierra. Se habían suicidado en capítulos. Y yo los miro, así como me están mirando ustedes y les digo, oigan, pero esto está mal y ellos, ven a la nada, impasibles, como ustedes y ¿sabe qué me dijeron?, así es el mundo.
Oscuro lento.
El coyol de Alajuela. 2007